domingo, 13 de junio de 2010

El Mundial y la Lógica

La FIFA ha hecho un ranking de los equipos de fútbol de todos los países afiliados a ella, de acuerdo a los resultados registrados en los partidos que han jugado en los últimos años. Atendiendo a ese ranking, "El Mercurio" del 29.05.10 pronosticó los resultados del Campeonato Mundial y llegó a la conclusión de que en la final se enfrentarán Brasil y España, y de que ganará Brasil. Tercera quedará Alemania y cuarta Inglaterra.
Eso es lo que indica la lógica, entendiendo por ésta el resultado previsible según la experiencia pasada. Por ejemplo, la lógica me indica a mí que nunca podré ganarle un partido de tenis a mi hijo mayor, porque desde que él tenía 17 años me los ha ganado siempre, cada vez por mayor diferencia, y porque él es 25 años menor que yo y pertenece a la categoría Escalafón Nacional, mientras yo ni siquiera en mis mejores tiempos pude superar la Tercera Categoría. Luego, por simple lógica se puede pronosticar que nunca le ganaré siquiera un set a mi hijo mayor.
Pero en el Mundial las cosas son diferentes, así como en el tenis profesional también, porque a veces el jugador número 20 del mundo le puede ganar al primero, si bien esto sucederá una de cada diez o más veces en que se enfrenten. Lo mismo puede suceder en el fútbol profesional internacional.
De hecho, de los ocho partidos del Mundial jugados hasta hoy domingo en la noche, sólo en tres se ha dado la lógica. En los otros cinco no han ganado los equipos que debieron haberlo hecho, según el ranking FIFA. En tres de esos cinco partidos hubo empates y en los otros dos ganó el equipo que, por antecedentes, debía perder. Corea del Sur ocupa el lugar 47° de la tabla de la FIFA, y ganó a Grecia, que ocupa el 13°. Y Ghana, que ocupa el lugar 32°, ganó a Serbia, 15°.
Los aficionados al fútbol tenemos una frase-talismán para explicar estas cosas: "el fútbol es así". No es muy genial ni profunda, pero quiere decir algo real: que siempre puede suceder cualquier cosa imprevista, porque en el deporte profesional de competencia las diferencias entre los equipos rara vez son abismales, como la que existe en el tenis entre mi hijo mayor y yo.
Nadie puede garantizar que no sucederá algo como lo que le aconteció al arquero británico Green: una pelota fácil se le escapó de las manos y entró al arco, determinando un empate por completo "ilógico" entre Inglaterra, 8°, y los Estados Unidos, 14°.
Esas cosas solían pasarnos a los chilenos frecuentemente. Recuerdo que en el mundial de 1982 nos correspondió enfrentar a Alemania Occidental y un tirito débil y de distancia de un delantero alemán se le coló entre las manos y las piernas a nuestro arquero Osbén. El alemán, después de disparar, se había vuelto a su campo, sin siquiera molestarse en mirar cómo le atajaban el tiro, tan fácil de atajar era. Pero fue gol y su cara de sorpresa fue memorable. La historia del deporte chileno está jalonada de fiascos como ése. Como cuando el árbitro pisó un pie al boxeador "Tani" Loayza, cuando disputaba con muchas posibilidades un título mundial, y lo dejó incapacitado; o como cuando Manuel Plaza se perdió en la maratón de Amsterdam o como cuando Carlos Caszely erró un penal ante Austria, en el mismo Mundial de 1982. Ahora le sucedió lo mismo a un inglés, corroborando que, así como nosotros somos los ingleses de Sudamérica, ellos son los chilenos de Europa.
Yo veo muchos partidos de fútbol aburridos porque sé que el drama tiene una alta probabilidad de ocurrir, sobre todo en los últimos minutos. Y muchas veces he visto satisfecha mi necesidad de sorprenderme. Creo que en este mundial no resultaré defraudado. Veremos muchas situaciones inesperadas. Por eso no conviene cortar simplemente el televisor en los partidos que parecen aburridos, porque "el fútbol es así". El drama y lo inesperado están a la vuelta de la esquina. Y así ha sucedido hasta ahora en el 67 por ciento de los partidos jugados.

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