sábado, 30 de marzo de 2013

Sebastián Te Va a Dejar sin Luz, Michelle

Así como Lagos te dejó de regalo el Transantiago, ahora Sebastián te va a dejar sin luz. Porque la energía ya no va a faltar este año, según parece, pero sí el próximo.

Lo que sucede es que, como casi todas las cosas buenas para el país, los proyectos energéticos son impopulares, y lo que más preocupa a Sebastián es la popularidad. Ya ha logrado remontar en una encuesta sobre su apoyo, Adimark, que es la única que se publica, porque la otra, en que siguió cayendo, CERC, no la publicó nadie. Además, el punto negro que tenía era la delincuencia, pero ahora logró una encuesta en que la delincuencia disminuyó. El diputado Harboe se quejó de que para esta encuesta cambiaron las preguntas, pero nadie le ha dado mayor cabida a sus críticas. Las preguntas también cambiaron en la encuesta de empleo y en la de la pobreza (CASEN). Son las que yo he llamado "piñericosas". Pero el hecho es que la corriente dominante de los medios ya ha dejado establecido que el gobierno lo ha hecho bien en empleo, pobreza y delincuencia. Sebastián quiere terminar bien, con indicadores favorables y con el apoyo a su persona en ascenso, porque piensa ser candidato en 2017. Por eso no va a abordar este año el tema energético, que es impopular. HidroAysén es esencial, pero lo rechaza la mayoría. Lo mismo la interconexión eléctrica. Michelle, el "queso" te lo va a traspasar a ti.

"El Mercurio" del 21 de marzo contiene una advertencia que deberías oír, proveniente de un alto ejecutivo del sector eléctrico: "El Gobierno no tiene política energética. Había más de ocho mil MW que han desaparecido del mapa bajo este Gobierno, por trabas administrativas o legales, y ha aumentado gravemente la discrecionalidad de la autoridad, debilitando la certeza jurídica que es imprescindible para la inversión. Los graves errores en el intento de generar la conexión SING-SIC son una prueba de ello. El próximo gobierno pagará la cuenta, porque esta administración trancó el desarrollo energético". ¿Estás lista para pagar, Michelle?

Desde que Sebastián, al comienzo de su gestión, vetó Barrancones, proyecto que tenía todos los permisos administrativos y ambientales, con una llamada telefónica al dueño de Suez Energy, haciéndole una proposición misteriosa que no pudo rechazar, hasta ahora, en que no se puede proceder a la interconexión del sistema central (SIC) con el del norte grande (SING), porque él ha tenido que viajar mucho y asistir al entierro de Chávez y montarle guardia de honor, para luego ir a Roma a entronizarse con el Papa y, después de todo ese ajetreo, descansar en familia en Cerro Castillo, el tema eléctrico sigue esperando, pues el único que realmente lo maneja es él. "Esperamos que con su regreso podamos resolver el curso de acción", declaraba el 21 de marzo el ministro de Energía. Y como no regresa, seguimos esperando.

El Consejo de Ministros que debía revisar las reclamaciones contra HydroAysén tenía 60 días para pronunciarse, pero ese plazo ya expiró con exceso. El ministro Longueira declara hoy que ese Consejo no se pronunciará si Endesa y Colbún no revocan su decisión de no invertir más, tomada debido a que el Consejo de Ministros no se pronunciaba... Parece cosa de locos. Es que, Michelle, los chilenos estamos un poco locos. Tanto, que una mayoría quiere reelegirte.

Mientras, apróntate para los cortes de luz. "Las autoridades esperaban que este mes --decía también "El Mercurio" del 21 de marzo-- el Senado votara la idea de legislar del proyecto que crea una carretera eléctrica. No obstante, pese a la calificación de urgencia, el tema quedó para abril, debido a la premura que La Moneda impuso a otras inicativas". De ahí a que quede "p'a mayo" hay solo un paso. Mientras tanto, los políticos han sumido al país en un tan trabajoso cuanto inútil proceso de "primarias" que los tendrá preocupados a todos hasta junio inclusive; y ya después, en plena campaña presidencial y parlamentaria, nadie se va a preocupar de un tema tan tedioso e impopular como lo es el de permitir que en Chile se genere más electricidad.

Michelle, tu socialismo ya es malo con abastecimiento eléctrico normal. Puedes imaginarte cómo va a resultar si ya desde el momento en que empieces a aplicarlo se te va a cortar la luz. 

jueves, 28 de marzo de 2013

Otro Hipido de la Derecha Avergonzada

"El Mercurio" de hoy nos informa que un libro sobre los 175 años del Ministerio de Justicia, obra de la historiadora Patricia Arancibia y escrito bajo encargo del anterior titular de la cartera, Teodoro Ribera, no será distribuido, por decisión de la actual ministra, Patricia Pérez. Parecen haberle molestado afirmaciones del texto, como la de que Salvador Allende fue el primer Presidente marxista en la historia de Chile o la de que la Ley de Amnistía de 1978 estaba destinada a fortalecer la unidad de los chilenos.

El ministerio sostiene que, además, hay "fallas de edición muy graves", como la de llamar "Joaquín Prieto" al Presidente de ese nombre, que se habría llamado , según el Ministerio, "José Joaquín Prieto". Pocos libros de historia podrían circular bajo esa exigencia: la "Historia de Chile" de Encina habla de "Joaquín Prieto" (tomo X, p. 603); la de Luis Galdames también (p. 348); y asimismo lo hace la de Sergio Villalobos, Osvaldo Silva, Fernando Silva y Patricio Estellé (p. 525). ¿Habrá que recoger las respectivas ediciones de esas historias de Chile? En realidad, el supuesto "error" descubierto por la "derecha avergonzada" gobernante no es tal y probablemente emana de su propia ignorancia histórica, que así como la lleva a comprar el balurdo comunista respecto de la gestión del Gobierno Militar que reconstruyó el país, la hace ahora confundir el nombre de Prieto con el de José Joaquín Pérez. "Oyó repicar, pero no supo dónde".

En estos días se ha recordado el esfuerzo del senador DC Adolfo Zaldívar, en 1995, en memorable discurso en el Senado, por dejar atrás las odiosidades y deformaciones del derecho y de la historia y aplicar en plenitud la Ley de Amnistía. El reciente fallo de la Corte Superior de Roma exculpando al fiscal Podlech y dando plena vigencia a la prescripción también ha sido un hito importante. Así han quedado más de manifiesto que nunca los incumplimientos del Presidente Piñera a sus promesas como candidato de velar por el debido proceso a los presos políticos uniformados.

Siempre he sostenido que la única esperanza de éstos de encontrar justicia no debe buscarse ni en el Poder Ejecutivo ni en el Judicial, el primero manejado por la "derecha avergonzada" y el último indefectiblemente controlado por la extrema izquierda, que prevarica con absoluta impunidad, mientras Ubilla presenta cada vez más querellas por hechos prescritos, amnistiados y muchas veces ya juzgados, de hace casi cuarenta años.

En Chile estas cosas no se resuelven por la vía del derecho ni la de la razón, sino por la fuerza. Y dado que nuestro sector, y en particular el de los presos políticos uniformados, jamás ha aplicado ninguna medida de fuerza y se ha resignado a sufrir las consecuencias de la prevaricación judicial, ha surgido una sola reacción digna de llamarse tal: el Plan Ahora, que consiste en castigar electoralmente a la derecha que ha cohonestado los abusos y la falsificación histórica.

El Plan Ahora significó que, visiblemente, en la elección municipal, el número de votos de los alcaldes de derecha fuera mayor que el de los concejales del mismo sector, respecto de quienes el Plan disponía anular el voto. Es decir, el castigo fue efectivo. En lo sucesivo, el Plan propone actuar votando tanto en las elecciones primarias como en las parlamentarias y presidenciales. En las primeras ha ordenado "votar en contra del precandidato Andrés Allamand, por su clara animadversión al mundo militar, al Gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden y a la verdad histórica". Allamand, como Ministro de Defensa, se caracterizó por la persecución contra los oficiales en retiro que trabajaban en esa repartición, por el solo hecho de haber alguna vez pertenecido a la DINA o la CNI, e incluso, en un caso, nada más que por haber sido el oficial (r) afectado yerno de un ex director de la primera entidad.

El Plan Ahora advierte que no apoya al otro contendor de las primarias, el ex ministro Golborne, al cual sólo respaldará si toma compromisos específicos de cumplir lo que Piñera no cumplió. En fin, llama a no votar tampoco por ningún diputado que no se allane a comprometerse notarialmente a velar por la aplicación de la legalidad al caso de los presos políticos.

Ante la vergonzosa claudicación derechista frente a los atropellos al derecho, a la verdad histórica y al debido proceso de los uniformados (r), el Plan Ahora ha sido y sigue siendo la única herramienta, limitada y todo, capaz de hacer valer el argumento que vale en la sociedad chilena de hoy: la fuerza.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Los Chilenos Ante Sí Mismos


Nótese que no niego el favoritismo de ella en la carrera presidencial. Éste es innegable y lo revelan todas las encuestas... hasta que una nueva diga la contrario. Lo que señalo es que la noticia que revoluciona y mantiene en vilo a los medios de comunicación no es capaz de interesar a la gente ni sacarla de su indiferencia. Es que a la gente no le importa la política. Por eso, cuando se le dio el derecho a elegir entre ir o no a votar, la gran mayoría no fue a hacerlo. Y la gente, en general, no cree en la política. En las encuestas (CERC última, por ejemplo) los senadores, diputados y políticos son los grupos en que menos confianza manifiesta tener la gente. Pero son los que manejan al país, es decir, los que tienen en sus manos los destinos de la misma masa que desconfía de ellos.

Todo esto es hasta divertido, en el fondo, porque cuando algún independiente se presenta proponiendo desplazar a los menospreciados políticos en los cargos de elección popular, tampoco la gente vota por él. Por eso hay tan pocos independientes en el Congreso. ¿Cómo puede ser esto, si el grupo en que menos confianza tienen los chilenos, "los políticos" (sólo 15% confía en ellos)? Hay una explicación: porque hay todavía otro grupo en el cual los chilenos dicen tener aún menos confianza que en "los políticos", según la misma encuesta CERC: el de "los otros chilenos". Pues sólo un 14% de las personas confía en ellos. ¿No es esto muy decidor?

¿En quién creen, entonces, los chilenos? La mayoría dice que en nadie. La minoría más alta cree en Carabineros (46%); la segunda más alta cree los militares (35%). Los sacerdotes y los jueces (20% de credibilidad c/u) están casi al nivel de los políticos (15%)  y no tan lejos de los peor evaludados de todos, los demás chilenos (como señalé antes, sólo el 14% cree en ellos).

Hoy los medios de comunicación construyeron un acontecimiento que, supuestamente, tuvo al país en vilo. Pero no era verdad. Al espectáculo no concurrió casi nadie. Porque, en el fondo, al país le da lo mismo. Descree de todo y desconfía de todo, y muy especialmente de los demás. Y yo le encuentro toda la razón.






sábado, 23 de marzo de 2013

Traduciendo a Vidal

Yo le pongo atención a lo que dice Francisco Vidal porque es el único izquierdista que habla cosas más o menos concretas y porque él se ha ido apoderando de la figura de Michelle Bachelet, a quien todas las encuestas señalan como favorita para ganar la Presidencia.

Vidal hace años que había tratado de apoderarse de Bachelet, pero durante el gobierno de ésta no pudo, porque ella prefería a Andrés Velasco, y las ideas de éste eran y son considerablemente más moderadas que las de la izquierda en general y las de Vidal en particular. Pero ahora Velasco corre con ambiciones presidenciales propias, lo que naturalmente lo ha distanciado de Bachelet y esto ha derivado en un vacío político que automáticamente ha ocupado Vidal, "siempre listo" para administrarla. Los demás jefes de la Concertación no tienen importancia para efectos programáticos, primero, porque son parlamentarios y una característica de éstos es que nunca tienen tiempo para nada, y en particular para pensar; y, segundo, porque odian los trabajos que requieren concentrarse en un escritorio en lugar de asistir a asambleas, mitines y reuniones y hacer uso de la palabra interminablemente. En cambio, Vidal no es parlamentario y tiene tiempo para para pensar y trabajar, de modo que yo creo que va a ser el artífice del programa de Michelle Bachelet, porque va a haber sido el único en preparar uno, del cual nos da un anticipo hoy en su columna de "El Mercurio", titulada "Programa y Oposición".

He resuelto traducirla para los chilenos, porque está escrita en el idioma de la izquierda, que no ha sido creado para ser entendido sin traducción. Dice Vidal que Bachelet va a hacer lo siguiente:
"1. Chile requiere de cambios constitucionales y políticos para profundizar la democracia." Traducción: tenemos que eliminar los quórums especiales para reformar la Constitución, de modo que todo pueda hacerse por simple mayoría. Esto tiene mucha importancia, porque los quórums especiales han sido los que han impedido el completo desmantelamiento del modelo del Gobierno Militar, que convirtió a Chile en "la joya más preciada de la corona latinoamericana". Sin ellos seríamos hoy otra Venezuela u otra Argentina.

"2. Chile requiere la consagración de los derechos sociales y la necesidad de una efectiva reforma tributaria". Traducción: hay que subir más los impuestos, para que el Estado haga casi todas las cosas y, en lo posible, todas; y para que sean gratuitas, todo ello realizado por una legión de funcionarios que los partidos de centro-izquierda y de izquierda aportaremos con ejemplar generosidad.

"3. Chile quiere reformas laborales para un país más justo e igualitario". Traducción: los sueldos deben ser fijados por ley y ser mucho más altos; el empleo debe ser propiedad del trabajador, que no podrá ser despedido por necesidades de la empresa; el derecho de huelga debe ser absoluto y sin cortapisas ni excepciones.

"4. Chile requiere un nuevo Estado para un nuevo modelo de desarrollo económico y social". Traducción: nada fuera del Estado, todo dentro del Estado, fin de la subsidiariedad estatal. Como expresara Ricardo Lagos en su fundamental obra "La Concentración del Poder Económico en Chile", "la única solución es que todos los medios de producción pasen a manos del Estado".

"5. Chile requiere políticas para el desarrollo regional, la equidad territorial, la sustentabilidad y la protección medioambiental". Traducción: nosotros vamos a decidir cómo se distribuirán las tierras, las aguas, los permisos y las autorizaciones a lo largo del país, que, para efectos prácticos, va a recibir directivas de una verdadera y gran "Comisión Nacional de Acreditación" de todos los proyectos y al que quiera celeste, que le cueste, siempre que le dé trabajo a un sobrina desempleada que tiene su presidente.

Los inversionistas en la Bolsa son como los maridos engañados, los últimos en darse cuenta. Ahora la Bolsa ha comenzado a bajar sostenidamente porque esos inversionistas al fin se han dado cuenta de que los dividendos son más bajos debido a los impuestos que subió Piñera (con el aplauso de ellos); debido a que el gobierno de Piñera carece de una política energética y la luz se va a cortar a más tardar en 2015, si es que no en 2014, pues los cortes a dos años plazo no inciden en el apoyo al Presidente en las encuestas ("después de mí, el diluvio"); y debido a que el control de Bachelet ha pasado, de manos de Andrés Velasco, a manos de Francisco Vidal, lo que es una muy mala noticia para el futuro del país.

jueves, 21 de marzo de 2013

Tontilandia es Así

Hace sesenta o setenta años el periodista y parlamentario Jenaro Prieto escribía columnas en "El Diario Ilustrado" sobre las cosas que discurrían los chilenos. Analizando el grado de mérito intelectual de las mismas, había rebautizado al país como "Tontilandia". Cada cierto tiempo los chilenos hacemos lo necesario para que este nombre de reemplazo se revalide.

La última tontería nacional es la persecución parlamentaria contra el Ministro de Educación, Harald Beyer, por su presunta falta de diligencia en sancionar a los dueños de universidades que puedan haber percibido un lucro en su actividad.

Lo más absurdo de esto es que la iniciativa proviene de la Concertación, que durante veinte años de gobierno no hizo NADA por castigar el hecho de conseguir ganancias en las universidades.

Lo segundo más absurdo es que la Concertación OBRÓ BIEN al no hacer nada al respecto, pues castigar el lucro es una tontería casi tan grande como prohibirlo. Como cualquiera debería saber, el lucro es una ganancia que se obtiene a partir de cualquier actividad. Si usted invierte seis y cosecha siete, el lucro es de uno. Si usted invierte seis y cosecha cinco, no hay lucro, sino pérdida, y usted es un tontilandés que al cabo de seis años va a haber perdido su universidad y su trabajo y quedará a las órdenes de la síndica (no sé por qué hasta las feministas le dicen "síndico") Loreto Ried.

Ya he explicado ayer por qué la norma prohibiendo el lucro en las universidades, discurrida bajo el Gobierno Militar, constituyó una solemne tontería. La atribuí al sector estatista de las fuerzas armadas, el mismo que originalmente había reservado al Estado todas las minas, lo cual, si no hubiera sido remediado por Piñera "el Bueno", es decir, José, nos tendría hoy sentados sobre un montón de riquezas del subsuelo sin percibir un peso.

Pero alguien me ha sugerido otra razón que hubo para prohibir el lucro en la educación superior: el lobby de las universidades existentes, que eran muy pocas y gozaban de un oligopolio educacional. Los redactores de la norma abriendo a más interesados la enseñanza universitaria querían evitar la competencia de una apertura completa y con la frase "sin fines de lucro" pensaron que los verdaderos emprendedores, que son los más eficientes, que hacen ganancias y no pérdidas, no entrarían al negocio y sólo fundarían nuevas universidades las congregaciones, las fundaciones y las obras pías, las cuales constituían una competencia perfectamente derrotable, porque normalmente vegetan sin que sus cmpetidores tendgan nada qué temer.

Pero era tan evidente la falta de universidades en Chile que el mercado daba señales de que en ese quehacer había ganancias extraordinarias, y como a los abogados chilenos lo primero que nos enseñan  en la universidad es a "buscarle la quinta pata al gato", muy pronto se solucionó el problema y el lucro se pudo obtener a través de las "sociedades espejo" y todo el mundo quedó contento. Y la competencia habría hecho el resto del trabajo, para gran beneficio social, si no hubiera sido porque el "lobby" de las universidades existentes convenció a los gobernantes izquierdistas de volver a levantar barreras a la entrada de nuevos oferentes al negocio de la educación superior. Pero así y todo los tontilandeses quedaron contentos: las universidades existentes obteniendo ganancias extraordinarias, el número de estudiantes universitarios multiplicado por ocho o diez veces y los nuevos emprendedores, que habrían podido fundar muchas más universidades, bajando así los precios de la educación superior, chupándose el dedo.

Nada de esto lo entiende la izquierda, pues si entendiera algo no se le habría venido abajo el Muro de Berlín, y hoy acusa constitucionalmente a Harald Beyer (que sí entiende todo, pero es ministro de Piñera, de modo que jamás va a poder contar toda la verdad, que es políticamente incorrecta). Pero el absurdo de la acusación es que Beyer ha sido EL ÚNICO ministro que ha hecho ALGO contra el lucro en las universidades. Yo lo critico por ese "algo", porque debería haber defendido el concepto del lucro, por ser socialmente beneficioso, pero todos sabemos que con el actual Presidente eso habría significado su salida del gabinete.

Todo está mal. Se quiere castigar algo bueno, como es trabajar generando ganancias y no pérdidas; se ha liquidado una fuente de inversión en un sector que mucho la necesita, como lo es la educación superior; se ha perpetuado un oligopolio con ganancias sobrenormales, con perjuicio para los alumnos y sus familias; y se pretende castigar a un ministro por no ser diligente en el agravamiento de tonterías cometidas en el pasado.

Es que Tontilandia es así. 

miércoles, 20 de marzo de 2013

La Precandidatura Piñera

Como he dicho otras veces, éste es el gobierno de, por y para Sebastián Piñera y, por consiguiente, su preocupación fundamental y predominante es la de mejorar la imagen de éste de la manera que sea. A ese propósito unipersonal obedecen las iniciativas que ocupan a los medios en estos días, el bono-marzo y el aumento del salario mínimo, ideas de la Concertación que, según consenso unánime, son "populares" y "la gente las pide".

También he dicho antes que el salario mínimo perjudica a los más pobres. En el segundo editorial de "El Mercurio" de hoy se anota que ha disminuido en el último año la creación de empleo entre los jóvenes de 20 a 24 años, siendo que en el resto de los tramos ha aumentado. Éste es un efecto del salario mínimo: margina a la mano de obra menos calificada del mercado formal y la lanza al mercado informal, donde ese nuevo contingente o mayor oferta de brazos baja el nivel de equilibrio del salario informal, que es el que ganan los más pobres. O sea, les baja los sueldos a los más pobres y aumenta la desigualdad. Pero en todo el mundo el salario mínimo obligatorio es popular y aquí de lo que se trata es de hacer cosas populares. ¿Para qué? Para que Sebastián Piñera abandone el poder con un porcentaje de apoyo digno y pueda ser candidato en 2018. ¿Por qué? Porque quiere ahora incorporarse al selecto grupo de los presidentes que "se han repetido el plato", y después va a querer reelegirse de nuevo en 2022 ¿por qué no? y así ser el único chileno elegido tres veces presidente.

Entonces en la agenda hay sólo temas populares, que por coincidencia son los que interesan a la Concertación. En materia de universidades, por ejemplo, todo gira en torno a la persecución contra el "lucro". Bajo este gobierno se ha destruido una fuente de atractivo a la inversión nacional y extranjera en un sector que mucho la necesitaba: el de la educación universitaria. Pues habían venido conglomerados de otros países y junto a emprendedores locales habían fundado universidades y hecho grandes inversiones en ellas. El número de estudiantes universitarios se multiplicó por ocho. Como lo prevé el ideario de derecha, allí donde había una gran necesidad social acudieron libremente los recursos y la satisficieron. Por eso la economía de libre mercado y el interés social coinciden: porque la primera espontáneamente satisface al segundo.

Pero había quedado en pequeño lastre socialista originado en el propio Gobierno Militar, pues éste, al consagrar la libertad para fundar universidades, obedeciendo al complejo socialista chileno ("en la mochila de cada chileno va siempre alguna idea para coartar la libertad de los demás"), decretó que las universidades no debían tener fines de lucro. Pues en ese régimen benemérito había sectores minoritarios estatistas, los mismos que hicieron prevalecer en la Constitución de 1980 la idea de que todas las minas debían ser del Estado, lo que sólo logró sortear el ministro José Piñera, en los '80, al proponer como derecho real igual de firme que el de propiedad el de "concesión real minera". (Por cada buena idea de José Piñera se puede encontrar una mala idea de Sebastián Piñera).

En el caso de las universidades, se encontró la fórmula de generar beneficios a través de sociedades proveedoras de aquellas ("sociedades espejo") y superar la traba socialista de "sin fines de lucro". Bueno, ahora el socialismo en general y el sector populista del gobierno en particular están empeñados en terminar de liquidar el negocio de las universidades, persiguiendo a los inversionistas que obtengan ganancias. Se puede asegurar que la destrucción de valor en la educación superior ha sido gigantesca, desde que se desató la persecución comunista contra el lucro, que después todos hicieron suya, incluido el gobierno, que también trata de demostrar por todos los medios que está contra él.

Bueno, todo esto obedece a una sola razón: que Piñera es precandidato y necesita remontar en las encuestas. Ya consiguió subir de 32 a 38% en la Adimark, que se publicó en todos los diarios, al revés de la CERC, que lo mostraba bajando a 30%, y no se publicó en ninguna parte, salvo en este blog y en algún diario digital. Entonces, "hay ambiente" para la precandidatura.

¿Las elecciones de este año? ¿El pronunciamiento final de Bachelet? ¿El desastre de las primarias? ¿A quién le importa todo eso? Lo único que importa es la precandidatura de Sebastián. A ello debe dedicarse absorbentemente su gobierno.

lunes, 18 de marzo de 2013

La Indiferencia

A la mayoría de los chilenos, hoy, les da lo mismo quién esté en el poder, porque este gobierno, que se suponía iba a representar "la alternancia", ha hecho más o menos lo mismo que la Concertación: ha dado bonos, subido los impuestos, creado ministerios y superintendencias, perseguido a los militares (r), denostado a los empresarios y dejado que siga rotando la puerta giratoria por la cual vuelven a salir los delincuentes a la calle.  El viernes quedó libre "uno de los mayores lanzas del metro", según dice el diario, después de haber sido sorprendido in fraganti robando a una pasajera en la estación Manuel Montt y haber sido formalizado antes tres veces por el mismo delito. Y como la pena es reducida y la Concertación consagró numerosas garantías en favor de los delincuentes, es seguro que no abandonará su "oficio", en el cual es reconocidamente experto. Como él, dicen las autoridades del metro, hay otros trescientos "lanzas" operando diariamente, en la impunidad. Entonces, uno de los cambios más voceados que iba a hacer este gobierno, y uno de los que más interesaba a la mayoría de la gente, que en varias encuestas sindica a la delincuencia como el principal problema del país,  tampoco se ha producido.

¿Consecuencia? A una gran mayoría le da lo mismo quién gobierne y por eso no va ni irá a votar, en particular desde que se consagró la libertad de hacerlo o no, la cual aplaudo, pues soy partidario de respetar las decisiones individuales. Y a raíz de esa indiferencia la gran mayoría observa desde la distancia el espectáculo de los partidos políticos que monopolizan el quehacer electoral. Estos han discurrido un ejercicio completamente inútil, desde el punto de vista del interés general, como lo es el de las elecciones primarias, para resolver las pugnas entre sus caciques, tanto al interior de la Alianza como de la Concertación. Pero han logrado que el erario pague por ese procedimiento para superar sus diferencias que les interesa solamente a ellos.

Tengamos en cuenta que el 60% de la gente no fue a votar en las últimas elecciones para elegir autoridades municipales. ¿Puede alguien creer que la gente se va a molestar en ir a votar para elegir candidatos a autoridades? Antes los partidos consultaban las encuestas, designaban al más popular y el erario no tenía que desembolsar nada. Si había dudas, hacían una primaria local o interna y la pagaban. Bueno, ahora tenemos que pagarla todos. Pero el tema sigue sin interesar a la gente.

La indiferencia es tan grande que en la elección de directiva demócratacristiana (que no es una primaria y, supongo, no la pagamos los contribuyentes), elección que ha ocupado titulares y espacio televisivo durante semanas, se ha abstenido de votar el 78% de los militantes del partido que tenían derecho a hacerlo.

En la primaria para elegir candidato presidencial de la DC votaron poco más de 50 mil personas, es decir, mucho menos de la mitad de los militantes de la colectividad, que son 113.926. Todavía más, esa primaria era "abierta", es decir, podían votar todos los ciudadanos que no estuvieran afiliados a otros partidos, es decir, más de 13 millones. Pero fueron a sufragar poco más de 50 mil, es decir, el 0,3% de los habilitados para hacerlo. Yo estaba en Algarrobo y pensé en ir a votar por Claudio Orrego, por ser hijo de su padre del mismo nombre, de quien fui amigo, y por estar a la derecha de su contendora, la senadora Rincón. Pero no pude sufragar, porque nadie sabía, entre quienes pregunté, dónde quedaba el local de votación. De paso, el hecho de que las primarias sean abiertas puede dar lugar a que sean desfiguradas por votantes adversarios (como era mi caso) de la colectividad que las convoca.

Bueno, pero si los militantes tienen ese grado de desinterés, podemos imaginarnos el que reina entre la gente que no se interesa por la política, que es una gran mayoría.

El principal adversario de los candidatos es la indiferencia del electorado. Yo pienso que ella es mayor en la gente de ideas más moderadas, que no está movilizada por la codicia de apropiarse de lo ajeno ni por el odio de clases. En consecuencia, me temo que ella va a castigar mucho más fuerte a las colectividades de centro y derecha. Y si esto se hace notar en la primaria presidencial del 30 de junio, en esa fecha ya podríamos tener un veredicto electoral anticipado.

Que no va a ser de ninguna manera diferente al que nos señalen las encuestas, si están debidamente depuradas de la abstención, como no lo estuvieron antes de la elección municipal del año pasado. Y las encuestas tienen la ventaja de que nada le cuestan al erario (salvo las que se hacen con dineros públicos) y que la obligación de pronunciarse deben cumplirla sólo los encuestados y no todo el electorado.

El punto es que los principales adversarios de los candidatos no son sus oponentes, sino la indiferencia general de las personas hacia el quehacer de los políticos, el cual, por otra parte, merece la más alta desaprobación de la ciudadanía, según coinciden en señalar todas las encuestas.

viernes, 15 de marzo de 2013

Agotado Pero Confiado

No he escrito durante varios días por agotamiento. Tal vez me lo provoca ver la actividad de nuestro Presidente en cuanto evento ante las cámaras se registra no sólo en el hemisferio, sino en la esfera terrestre completa. Pues leo que irá a entronizarse junto con el nuevo Papa, tras haberse ya casi enterrado con Chávez, haber enfocado personalmente (así decía un diario) los paneles del observatorio Alma hacia los lugares más recónditos del universo, sobrevivido a la avalancha de papel picado que le cayó encima durante la feérica escenificación de su tercer aniversario de gobierno, explicado los alcances del bono y el reajuste que deben permitirle remontar en las encuestas y, en fin, comparecido con una adecuada corbata verde a ocupar el lugar central en el ceremonial anual de Carabineros. Un Gran Protagonista.

Repuesto del cansancio de sólo ver tanto esfuerzo por sobresalir, ahora escribo motivado por cosas importantes. La primera, que tenemos un tercer Papa "nuestro", en el sentido político. Ustedes podrán creer que no todo en el mundo está politizado, ni menos la Iglesia. Bueno, yo les voy a decir una cosa: TODO está politizado, incluida la Iglesia. Y habiendo leído y oído todo lo que podía leer u oir, les digo otra cosa: este Papa, pese a ser jesuita, no es de izquierda y es tan "nuestro" como lo fueron Juan Pablo II y Benedicto XVI. La elección de este último también estuvo muy politizada. Tanto que una amiga de derecha me llamó días antes de la misma y me formuló la siguiente ominosa advertencia: "¡Supongo que no estarás con Ratzinger!". Porque la "derecha avergonzada" chilena lo encontraba "demasiado talibán". Esta vez yo no tenía información, como entonces, y supuse que podía pasar cualquier cosa, pero resulta que el Espíritu Santo intervino nuevamente y me basta para saberlo el ver lo furiosos que están los izquierdistas, desde la Cristina para abajo.

No fue nuestro único triunfo: el fiscal militar Podlech, al que jueces de izquierda italianos tuvieron preso en Roma por años por un supuesto "delito de lesa humanidad", a raíz de haber él intervenido en el juicio militar contra un terrorista de sangre italiana ajusticiado en 1973 en el sur, no sólo ha sido liberado (de hecho, había vuelto a Chile el año pasado) sino declarado exento de toda culpa por la Corte Superior de Roma, que ha restablecido la legalidad y ha dicho expresamente que las normas sobre "delitos de lesa humanidad" no pueden aplicarse retroactivamente y, por tanto, que los hechos imputados al fiscal Podlech están prescritos. Ya he señalado antes que la tipificación de los delitos de lesa humanidad se ajusta mucho mejor a la conducta homicida de comunistas y socialistas a través del FPMR y del MIR que a la acción defensiva de la civilidad que ejercitó el Gobierno Militar al enfrentar a esos grupos terroristas.

Por supuesto, los medios de comunicación chilenos no han dado cuenta de esta importante noticia, que sólo viene a confirmar, por contraste, la politización y completo dominio izquierdista sobre el medio y en particular sobre Poder Judicial chileno. De paso reiteraré que los presos políticos uniformados, en número de 70, siguen esperando el cumplimiento de la promesa del candidato Piñera en el sentido de que haría valer el estado de derecho y la prescripción en su favor. Al contrario, su gobierno hace lo opuesto y su agente Rodrigo Ubilla ha promovido otras doce nuevas querellas contra uniformados en representación del departamenteo de DD. HH. del Ministerio del Interior, que ha sido mucho más persecutorio de quienes nos salvaron del terrorismo marxista que los anteriores regímenes de la Concertación.

Otro agrado que tuve en estos días en que no escribí blogs fue encontrarme con el libro "Allende y Pinochet, Las Verdades Olvidadas", de Editorial Maye, en el cual tres jóvenes nacidos en los años '80, Mauricio Schiappacasse, Ernesto Medalla y Francisco Sánchez, documentadísimamente, sacan a luz toda la verdad de la agresión marxista y la proporcionalidad de la respuesta uniformada (convocada, no lo olvidemos, por la mayoría parlamentaria democrática), dejando en evidencia el sesgo de la "verdad oficial" fraguada a través de documentos amañados como son los "Informes" Rettig y Valech. El libro de estos tres jóvenes, que no gozan de los patrocinios oficiales que da el gobierno de la "derecha avergonzada" al Museo de la Memoria, el Instituto de Derechos Humanos y otras entidades de fachada de la izquierda que financia el Presupuesto, debería ser como un balde de agua fría para el cerebro lavado de la enorme mayoría de los chilenos.

Y finalmente tuve el enorme agrado de ir a ver la película "La Noche Más Oscura", donde se examina realistamente la verdad de la forma en que los EE. UU. luchan contra el terrorismo: las torturas, la eliminación física de los terroristas y, finalmente, la muerte de Osama Bin Laden, que terminara con sus restos lanzados al mar por orden expresa de Obama.

¡Estos eran los que daban lecciones a Chile sobre derechos humanos! Recuerdo cuando vino la obesa Secretaria de Estado demócrata Madeleine Albright y felicitó a los jueces que atropellaban todas las leyes para procesar al general Pinochet. Pero cuando el terrorismo los golpeó a ellos, hicieron y hacen cosas que tornan pálidas las acciones de seguridad antiterrorista del Gobierno Militar chileno. Y además después las filman y le dan el Oscar a la película.

Están pasando cosas buenas en el mundo. Sólo falta que en el país de los cerebros lavados nos demos cuenta..

lunes, 11 de marzo de 2013

Expansiones de Último Año

Me sometí anoche a la "cadena voluntaria" de TV desde la cual se nos comunicó a los chilenos el feliz tercer aniversario de este "V Gobierno de la Concertación". Corroboré que su "relato" sigue siendo centroizquierdista. Sin duda, dejará bien preparado el camino para que el VI profundice.

Por supuesto, todos nos alegramos del buen pie económico en que, se nos reveló, está el país. Pero los que formamos la oposición de derecha advertimos, una vez más, que no se está satisfaciendo la "ecuación de Micawber" (Dickens), tan representativa de nuestro conservantismo económico: "Renta: 20 libras al año; gastos: 19 libras 19 chelines y 6 peniques = Felicidad. Renta: 20 libras al año; gastos: 20 libras y seis peniques = Miseria". Pues tenemos a Chile en la segunda parte de esta ecuación: gastando más de lo que genera. El "Financial Times", siguiendo una advertencia que he reiterado en este blog (solemos coincidir), en su edición del 5 de marzo titula: "¡Chilenos, paren de comprar cosas!". Y cita a Michael Henderson, de "Capital Economics", según el cual "el crecimiento de dos dígitos en el gasto de los consumidores (chilenos) es insostenible y debe ser moderado, si es que la economía quiere evitar almacenar problemas para el futuro".

Pues, en efecto, si bien en apariencia todo marcha bien, como no podía menos de ocurrir estando tan alto el precio de nuestra principal exportación, el cobre, no nos estamos comportando como la Biblia enseña que debe hacerse en los años de vacas gordas y como Nicolás Eyzaguirre impuso en su tiempo, al instituir el superávit estructural de 1%. Ahora, y ya por cinco años, tenemos déficit estructural, es decir, nos estamos gastando parte del sobreprecio del cobre, en lugar de guardarlo todo para los años de "vacas flacas". Éstas, tarde o temprano sobrevienen, ya fuere por crisis asiática, por burbuja de las punto.com o por la idea socialista de Clinton de venderles casas a los "ninjas" ("No Income, No Job or Assets"), lo que generó la crisis subprime. Entonces, deberíamos destinar todos los ingresos extraordinarios a reservas. Gracias a que las había, salimos bien parados del apuro en 2009. Ahora ellas se están reconstruyendo, pero sólo en parte, pues no se cumple la regla vigente de superávit estructural, pese a haberse "ablandado" la de Eyzaguirre y bajado a 0,5% del PIB.

En consecuencia, este año nos encaminamos a un déficit de nuestra cuenta corriente con el exterior de 4,6% del PIB, desequilibrio que ha crecido año a año. Nos estamos enviciando con gastar más de lo que nos ingresa.

Por supuesto, a todos nos da felicidad el bono de 40 mil pesos a personas necesitadas, más $7.500 por cada hijo, anunciado anoche. La derecha opositora siempre ha simpatizado con la idea de que el Estado --que es el chileno más rico de todos-- le devuelva plata a la gente pobre. Por eso hemos abogado por el voucher para pagar la educación, donde cada familia pobre elija el mejor colegio; y también por similar sistema libre y privado en la salud, en vez de las enormes sumas que el Estado dilapida en esos fines y que este gobierno ha incrementado.

Además, no olvidemos que el bono de 40 mil pesos va directo al consumo, cuyo exceso es la causa del déficit de la cuenta corriente.

Por último, el aumento anticipado del salario mínimo obligatorio es otra medida típica de izquierda. Los de la oposición de derecha sostenemos que dicho salario obligatorio, (1) Excluye del mercado formal del trabajo a la gente de menos calificación, que es la más pobre; y (2) Por tanto, la lanza a la informalidad e incrementa allí la oferta de mano de obra, lo que tiende a bajar las remuneraciones en el mercado informal, que es el que da trabajo a los desplazados del mercado formal, es decir, a los más pobres. En otras palabras, es regresivo.

Pero estas cosas no se ven a primera vista. Luego, subir el salario mínimo obligatorio es una típica medida socialmente negativa, pero muy popular y apropiada para remontar en las encuestas. Y como ni siquiera la tiene que financiar el Gobierno, era obvio que, para un régimen de centroizquierda, la tentación era irresistible, no había dónde perderse y convenía decretarla.

viernes, 8 de marzo de 2013

"¿Impulso Competitivo", Dijo?" (II)

El 31 de enero describí en este blog todo el desgaste, dispendio y esfuerzo vano que habíamos desplegado en nuestra empresa familiar tras un año y medio de empeños por obtener la "recepción municipal final" del inmueble al que nos trasladamos desde nuestra antigua sede, de la cual las constructoras nos expulsaron haciéndonos ofertas obscenas que no pudimos rechazar.

Yo decía, en enero, que habíamos enterado un año y medio de trámites y dispendios, cuya "cereza de la torta" había sido la exigencia de un arquitecto municipal de que instaláramos letreros "Pare", flechas de tránsito, lugares de estacionamiento demarcados y letreros varios dentro de nuestro terreno ¡y además un letrero "Pare" en la esquina de la calle donde funcionamos! Eso solo costó largo más de un millón de pesos. Y venía a sumarse a los millones ya desembolsados por asesoría especializada para luchar contra la burocracia, pagos de derechos a todo el mundo, incluidos los bomberos; rupturas de pavimentos y paredes para nuevos ductos, cables o cañerías exigidos, señalizaciones en el piso y en las paredes y un "cuantohay" de otros trabajos. Finalmente, a fines de enero, nos dijeron que faltaba todavía una guinda en la torta: una "luz estroboscópica" en la parte superior  de los portones de entrada y salida. Instaladas ellas íbamos a tener la ansiada "recepción municipal final", sin la cual vivíamos bajo la espada de Damocles, porque cada nuevo inspector que se aparecía por acá nos decía que sin recepción no podíamos funcionar, así es que en cualquier momento nos clausuraban y que diéramos gracias a Dios porque no nos habían cerrado, de modo que hasta hoy se las damos todos los días.

Bueno, les cuento lo que pasó después: pusimos la luz estroboscópica y partimos felices a retirar la "recepción municipal final", pero nos encontramos con que ¡habían echado al arquitecto municipal que nos iba a dar el pase y había otro nuevo! Éste dijo que debía examinar todos los antecedentes de nuestra "carpeta". Se tomó su tiempo y descubrió que un certificado relativo al gas ¡estaba vencido! Y después de este golpe al mentón nos cruzó con un jab a la sien, diciéndonos que todos los letreros "Pare" exigidos por su antecesor habían sido ¡innecesarios! Entonces vinieron de la Superintendecia de Servicios de Gas para extender la renovación de su certificado y encontraron una serie de fallas nuevas, porque habían salido normas que obligaban a que las cañerías no fueran subterráneas sino a la vista, así es que "había que dentrar a romper". Bueno, debemos empezar a hacer todos estos nuevos trabajos y después de terminados habrá que esperar otras semanas para tener el certificado del gas y después volver donde el nuevo arquitecto municipal y esperar a que él, finalmente, dé el pase para que tengamos "la recepción municipal final". Mi apuesta es que la conseguiremos al cabo de dos años, que se cumplen en junio. Es que soy un optimista redomado.

Entretanto he sabido dos cosas: una, que se ha comprobado que este gobierno cambió muy pocos funcionarios cuando asumió, limitándose a designar cargos superiores o personal "de exclusiva confianza". Entonces, el espíritu de la "agenda de impulso competitivo" no es compartido por las bases funcionarias estatistas de la Concertación, que asfixian a los emprendedores con sus exigencias; y dos, que si bien Chile ha avanzado algunos lugares en materia de competitividad internacional gracias a que se puede constituir una sociedad en un día, el tiempo que toma constituir una sociedad es el menor de los problemas, pues los mayores derivan de la carga que significa lidiar con la burocracia, que impone exigencias tan absurdas como la de instalar un letrero "Pare" en la esquina de la calle de la empresa, sin cumplir la cual no se puede obtener un documento esencial para funcionar.

Bueno, Chile avanza varios lugares en competitividad, pero nosotros vamos a enterar dos años sin conseguir la "recepción municipal final" y en cualquier momento nos pueden cerrar.

jueves, 7 de marzo de 2013

Desde Marmaduke Hasta Chávez

Por fin una encuesta (Adimark) mostró al Presidente con 38% y subiendo, que es todo lo que él necesita, pues preside un "régimen encuestocrático". El guarismo fue sorpresivo, atendido a que una encuesta anterior reciente (de dos meses antes, la de CERC), lo mostraba con 31% y bajando; y otra (CEP) tomada en noviembre-diciembre, también lo mostraba con  31%.

La encuesta Adimark fue publicada en primera página de los diarios y comentada en todos los noticieros de TV, por contraste con la de CERC, que no apareció en ningún diario importante ni en la TV. Yo me enteré de ella gracias a un periódico digital. En todo caso, la pregunta pertinente es: ¿qué indujo a un millón 200 mil chilenos a cambiar de opinión en enero y febrero con respecto a diciembre? Incógnita a explicar por los expertos.
 
Y así, contento con esta última "fotografía" de la opinión pública, el Presidente sorteó, si bien con dificultades, el problema generado por las críticas al Director de Impuestos Internos. En efecto, el mandatario dijo cosas desafortunadas, como que dicho funcionario debería haberle consultado a él sobre la condonación de intereses y multas. Con ello insinuó, una vez más, su tendencia a resolver políticamente los problemas técnicos, tal como lo hizo al suspender el proyecto energético de Barrancones. E incluso después de que la Contraloría se había pronunciado en el sentido de que el Director del SII no había cometido falta ni había incurrido en conflicto de intereses, lo que zanjaba la cuestión, el Presidente seguía sembrando dudas al afirmar que "no tenía una resolución tomada". Pero finalmente sus consejeros más cuerdos seguramente le dijeron que se dejara de "piñericosas" y confirmara al Director, cosa que hizo. Es que en el Presidente hay una fuerza centrífuga demasiado fuerte, que tiende a proyectarlo hacia la izquierda, desde la cual se pedía la cabeza del Director.

Por suerte, el fallecimiento de Chávez acudió al rescate y le posibilitó a Piñera manifestar todo su izquierdismo latente sin descabezar al SII. Y, tal como declaró, a la muerte de Volodia, que se había ido "un grande de la historia de Chile", ahora no pudo menos que emitir dobles y triples adjetivos laudatorios de Hugo Chávez, pese a que éste en vida se dedicó a "pisar callos" chilenos, como cuando manifestó su aspiración de bañarse en "el mar boliviano", o cuando calificó a Insulza de "pendejo, desde la p hasta la o" o lanzó invectivas al propio Piñera en alguna oportunidad. Pero a éste, desde el fondo del corazón, le gustaban los despliegues del venezolano y por eso le imitó apenas pudo lo de las chaquetas de buzo coloradas, que acá todos sus adláteres se fueron sacando a medida que podían y sólo exhiben, pero nada más que a veces, los funcionarios más recalcitrantemente piñeristas.

Los tres días de duelo nacional en homenaje a un mandatario poco amigo del país, de vocación marxista apenas contenida, con ínfulas dictatoriales manifiestas en sus "raids" contra medios de prensa críticos y en sus elogios y admiración por los hermanos Castro, han sido todo un exceso, aunque dejen felices a comunistas y socialistas, lo cual siempre ha sido una sentida aspiración presidencial.

El único rasgo de consecuencia política visto en estos días fue el ausentamiento de la bancada UDI del homenaje de la Cámara a Chávez. Ese abandono de la sala fue un gesto demostrativo de personalidad política que no cualquier partido, ni menos uno de derecha, se ha atrevido a hacer en nuestro medio durante las últimas décadas. Pues el "establishment" se halla increíblemente sometido a las pautas, díctums y amenazas de la izquierda.

Sea como fuere, más temprano que tarde los negativos efectos de la demagogia económica y política del fallecido Presidente venezolano se van a manifestar inconteniblemente, como ya lo anticipan la fuerte devaluación de la moneda, la inflación de dos dígitos, la fuga de capitales, la escasez de bienes de consumo y la paralización de inversiones.

El desconocimiento de nuestra propia historia explica que se haya olvidado un precedente "chavista" chileno, el del general Marmaduke Grove, que en 1932 se convirtió en un ídolo de las masas por sus iniciativas dirigidas a repartirlo todo, las cuales no podían conducir sino a la ruina, de lo cual se dio cuenta un coronel que lo echó del gobierno tras sólo un par de semanas. En el caso de Chávez ella se ha postergado gracias a que el precio del petróleo, la principal y casi única exportación venezolana, se multiplicó por diez en una década, y eso ha permitido hacer más lento el tránsito al desastre. Ausente el carisma de Chávez, su experimento populista queda mucho más cerca de un abrupto final, similar al que tuvo acá el popularísimo e insostenible régimen de Marmaduke. Por fortuna, allá todavía el pueblo puede aprovechar la oportunidad que se le abre de recapacitar y rectificar a través de las urnas.

lunes, 4 de marzo de 2013

La Clase del Profesor Vidal

El sábado apareció en "El Mercurio" una columna importante, porque es de Francisco Vidal, ex ministro de la Presidenta Bachelet. Él se caracterizó por intentar desvirtuar las políticas defendidas por su colega, el entonces titular de Hacienda, Andrés Velasco, al cual le cobró, por eso, una visible animadversión. Sobre todo porque la Presidenta apoyó a este último. Pero las cosas han cambiado: hoy día Velasco es candidato presidencial, lo que provoca malestar en el bacheletismo y puede conducir a que deje de ser "regalón" de ella. Mientras, Vidal está dedicado ciento por ciento a la potencial candidatura de la ex Presidenta, y bastante seguro de su triunfo. Tanto que termina su columna, anunciadora de un giro hacia la redistribución del ingreso, con estas sintomáticas tres palabras, propias de un "dueño del cuento": "Hablemos en noviembre".

Vidal argumenta, en síntesis, que dos tercios de los hogares chilenos está constituido por la "clase baja",  grupos D y E, que gana menos de 300 mil pesos, mientras los grupos muy minoritarios, A y B, ganan 8 millones de pesos mensuales, de modo que está claro el desafío del próximo gobierno: "no basta con crecer, es imprescindible distribuir". Ésa debe ser la misión. Entonces, estando fuera del cuadro Velasco, que hacía labor de contención de las políticas redistributivas populistas, se yergue como nuevo adalid del bacheletismo, ahora, el principal artífice de ellas. Y, con la seguridad del triunfo en el bolsillo, nos prepara con la antedicha frase: "Hablemos en noviembre".

Quiero subrayar otra frase de Francisco Vidal, al referirse a esa masa mayoritaria de hogares más pobres, D y E: "Son hogares que dependen, generalmente, del aporte de un solo miembro de la familia" (grupo D); y el más pobre (E), que ni siquiera tiene eso: "ingreso familiar mensual promedio de 90 mil pesos; generalmente son ingresos ocasionales o subsidios directos del Estado". Es decir, en este último grupo NADIE en la familia tiene trabajo estable. Yo pregunto: la desigualdad extrema ¿no tendrá su origen, entonces, en la inflexibilidad laboral, que impide a los más pobres encontrar los empleos que necesitan? Y tal inflexibilidad nace, precisamente, de las políticas socialistas que intervienen el mercado del trabajo y encarecen la mano de obra.

El artículo de Vidal se basa en una encuesta de la "Asociación de Investigadores de Mercado", que se hizo cara a cara a tres mil hogares del país. Según ella, los grupos A y B son 35 mil hogares que ganan en promedio 8 millones de pesos, al mes. En el otro extremo, los grupos D y E son dos millones 350 mil hogares que ganan, en promedio 300 mil pesos, en el primero, y 90 mil pesos, en el segundo.

Este anuncio redistributivo me recuerda una columna mía en este blog, de 31 de enero de 2012, en que plagié, confesándolo, a un comentarista del mismo, "JC11". Él relataba el experimento de un profesor que nunca había reprobado a ningún alumno, pero que, en  cierto año, debió reprobar a un curso completo. Pues ese curso en particular sostenía que el socialismo era mejor, porque redistribuía la riqueza. En vista de eso, el profesor aplicó el sistema socialista a las notas del curso, de manera que "nadie saliera reprobado ni nadie obtuvieran un 7". Igualitarismo perfecto. En una primera prueba se promediaron las notas y todo el curso obtuvo un cinco. Pero los que habían estudiado mucho estaban molestos. Los que habían estudiado poco o nada estaban felices. En la segunda prueba, los que habían estudiado poco estudiaron menos y los que habían estudiado mucho estudiaron poco: todo el curso obtuvo un 3 y nadie estaba contento. En la tercera prueba bajo el régimen redistributivo, el promedio fue 2. Aumentaron las quejas, las recriminaciones y los insultos. El profesor, finalmente, los reprobó a todos y les dijo que el socialismo había fracasado en la clase y que lo mismo iba a pasar a nivel nacional si se implantaba en el país.

¿Nos espera eso a partir de "noviembre?

Pues lo que sucede es que Francisco Vidal, en su artículo, se refiere sólo a lo que las personas "ganan", pero olvida que hay otro lado en la ecuación: lo que las personan "producen". Los empresarios son pocos y los más grandes suelen ser los más ricos, pero generan miles de empleos y millonarios impuestos. De lo que ellos pagan provienen los sueldos, los salarios y los impuestos, de donde sale la plata que da el Gobierno a los más pobres (grupos D y E). Pero, como "el Estado no puede darle nada a nadie sin antes habérselo quitado a otro", ¿por qué los empresarios van a hacer inversiones cada vez más grandes, creando miles de empleos adicionales, si va a haber redistribución y el Estado se va a quedar con gran parte de sus ganancias futuras?

Una de las conclusiones del artículo de "JC11" que reproduje el 31 de enero de 2012, era la siguiente: "Cuando la mitad de la gente se convence de que no tiene que trabajar porque la otra mitad se va a encargar de hacerlo; y cuando esta otra mitad se convence de que no le conviene esforzarse, porque otro se quedará con el fruto de su trabajo, nos encontramos ante el principio del fin de una nación". Hay muchos países ricos en graves problemas hoy y que están en ese caso. Los propios EE. UU. están "reestructurándose" para superar los efectos de las políticas redistributivas de que vamos a "hablar en noviembre" con Francisco Vidal.

Entonces ¿"hablar" de qué? ¿No irá a ser del fin del modelo que convirtió a Chile en "la joya más preciada de la corona latinoamericana" (Bill Clinton, 1991)?

viernes, 1 de marzo de 2013

González y la Madre del Cordero

"Los Prisioneros" fue un grupo de rock revolucionario que nació en Chile bajo y contra el Gobierno Militar. Si éste si hubiera sido una "dictadura", como ahora dicen, los habría reprimido; pero como no lo era los permitió, así como permitió una constelación de revistas sañudamente opositoras ("Cauce", "Apsi", "Análisis" y otras) y también diarios ("La Época", "Fortín Mapocho"), dedicados exclusivamente y con amplio financiamiento interno y externo a disparar contra el Gobierno.

"Los Prisioneros" pelearon entre sí y se disgregaron y ahora el principal de sus miembros, Jorge González, lleva una cómoda vida de protesta contra el capitalismo en el riñón del ídem contemporáneo, que es la Alemania gobernada por un régimen derecha, y por ningún motivo se iría a Cuba. González sólo sale de Berlín si le ofrecen suficientes millones libres de impuestos y, naturalmente, fue invitado al Festival de Viña del Mar, donde voceó sus estribillos revolucionarios en medio del habitual ruido rítmico de tarros que caracteriza su rock, lo cual no tiene ninguna importancia. Pero coronó su actuación iracunda con una frase que sí tiene mucha importancia y que reveló a Chile dónde está "la madre del cordero"; empuñando el micrófono le gritó a la Quinta Vergara lo siguiente: "Señora Bachelet, si no va a derogar la Constitución, no se moleste en venir".

Jorge González, como revolucionario de extrema izquierda violento (tanto que cada vez que se presenta en Viña rompe muchas cosas, presa de la ira característica de los de esa vertiente política) dio en el blanco: Chile hoy es lo que es porque sus bases institucionales no pueden ser cambiadas sino con dos tercios de los votos en el Congreso. Y en Chile, si bien la mayoría puede en cualquier momento cometer cualquier disparate, es muy difícil juntar dos tercios de Michimaloncos que abran las anchas alamedas para destruir casi todo una vez más.

La invocación a Bachelet de Jorge González obtuvo, naturalmente, un tremendo eco en la galería de la Quinta, llena de juventud revolucionaria, "compañeros de ruta" y "tontos útiles" (dicho sin ánimo de ofender, pues son los nombres que les dan a ambos grupos los propios comunistas).

Chile hasta ahora se ha salvado porque es una democracia protegida por los altos quórums constitucionales impuestos a quienes desearían demolerlo otra vez. No es que la Concertación haya sido "moderada" y haya querido "administrar el modelo". Es que nunca pudo reunir los dos tercios para cambiar las bases de ese exitoso modelo, que son la libertad y la propiedad, y que, a la vez, son las primeras cosas que los revolucionarios deben suprimir para imponer su proyecto totalitario.

Los que actualmente propician una "Asamblea Constituyente" lo único que buscan, en el fondo, es lo mismo: derogar los quórums más exigentes de la Constitución de 1980. Logrado eso, el derrumbe general del exitoso esquema chileno vendrá por añadidura y en corto plazo. Ahí también apuntaba el "movimiento grande, noble y hermoso" (secundum Piñera), que estremeció al país hasta sus cimientos en 2011 y que pretendía desbancarlo a él, de lo cual fue el último en darse cuenta.

Y como en el país hubo una sola autoridad que reaccionó como tal y recurrió a la fuerza de la ley para derrotar a la subversión estudiantil comunista (el Alcalde de Providencia), los revolucionarios pusieron sus ojos en él para desbancarlo en la siguiente elección. Así, mediando el concurso de los mismos "compañeros de ruta", "tontos útiles" y "kerenskys" de siempre, además de la defección de la "gente buena" que no se dio la molestia de ir a votar, lograron su propósito.

Michelle Bachelet 2.0 ya sabe, pues, lo que tiene que hacer, pues la conminó a ello Jorge González. Si no lo hiciere, los revolucionarios la harán pasarlo muy mal; y si lo hiciere, la fuerza de las cosas la hará, más temprano que tarde, pasarlo aún peor, junto con el resto de los chilenos, como sucedió en 1973.

Pero esa vez hubo quienes supieron hacernos revivir "desde las cenizas", como escribió el gran historiador James R. Whelan hace ya un par de décadas; en cambio ahora no se ve de dónde aquéllos podrían salir, cosa que Jorge González y Michelle Bachelet 2.0 también saben perfectamente bien.